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Paul Cézanne nació en Aix-en-Provence en 1839. El arte de Cézanne pertenece al posimpresionismo, un movimiento artístico que siguió al impresionismo.
En la obra de Cézanne, la luz y el color juegan un papel prominente. Sin embargo, su uso del color lo distingue de los impresionistas puros y ya muestra indicios de expresionismo. Cézanne a menudo combina colores cálidos y fríos en sus composiciones. Además, su lenguaje formal a veces angular presenta elementos que algunos asocian con el cubismo. A diferencia de sus contemporáneos, los impresionistas, Cézanne utiliza colores más macizos y brillantes.
La montaña Sainte-Victoire
La montaña Sainte-Victoire fue una fuente inagotable de inspiración para Cézanne y aparece con frecuencia en su obra. Pintó alrededor de 40 lienzos y realizó 45 acuarelas con este motivo. La montaña, situada en el sur de Francia cerca de Aix-en-Provence, estaba cerca de su casa e inspiró a varios artistas.
La serie de pinturas de la Montaña Sainte-Victoire fue crucial en la transición del impresionismo a obras más cubistas. En estas pinturas, Cézanne abandona la perspectiva clásica y crea profundidad a través de los contrastes de color. Los colores brillantes a menudo se colocan en primer plano, mientras que los colores más apagados quedan en el fondo, creando así la misma sensación de profundidad.
La obra de Cézanne se convirtió en un modelo para importantes artistas del siglo XX como Picasso y Mondrian.